Beaufort, Chris {James Marsden}

por **ѕιѕтєя ∂єαтн** Miér Feb 10, 2010 5:26 pm

Chris Beaufort
as. Christian Beaufort
● 24 años [ Bibliotecario ]
● Neutro

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Es el hijo mayor de una familia francesa de clase media que podía vivir sin ningún tipo de dificultad. Su padre era un empresario y su madre era una escritora poco reconocida, por lo que se dedicaba a hacer trabajos temporales como pequeñas traducciones o clases particulares de lengua para preparar exámenes y todo. Tenían una vida muy tranquila y sin sobresaltos. Cinco años después de que naciera Chris se mudaron a Munich, Alemania, porque a su padre le habían ofrecido un puesto mucho mejor en una empresa que era de allí. La mudanza fue como un giro de 180 grados para él, ya que tubo que dejar a sus amigos para irse a vivir a un sitio desconocido y aprender otra lengua. A pesar de eso, como era un niño pequeño muy movido y curioso, que se le quedaban las cosas como una esponja, no tardó en hacer ese ambiente suyo.
Los años fueron pasando tranquilamente y Chris fue creciendo. Un día, en su casa llegó una misteriosa carta diciendo que estaba invitado a la Academia de Magia de Beauxbatons. Le costó mucho de asimilar lo que estaba pasando, aunque de cierta manera podía decir que ya había notado que en él había algo especial... ¿Pero acaso no es eso lo que le pasa a todo el mundo? Chris tomó la noticia con mucha ilusión, pero sus padres no, aunque primero se lo ocultaron y dejaron que fuera a esa escuela de brujería. Chris se lo pasó muy bien en la escuela de magia, le encantaba todo lo que hacía allí, todo era mágico: las transformaciones, la historia, el azul que recubría la academia... normalmente iba con las chicas, siempre se había sentido mejor con ellas que con los chicos, y en la escuela ellas eran mayoría, pero él siempre ha tenido un carácter de hacerse con todo el mundo. Cuando volvió durante el verano a su casa, una realidad muy diferente a la que imaginaba le esperaba. Él se había imaginado que sus padres le recibirían con los brazos abiertos y dándole un caluroso abrazo y muchos besos, pero en lugar de esto ellos se mostraban distantes, como si su propio hijo les diera miedo, y apenas le dejaban ver a su hermano pequeño, siempre poniendo las excusas más tontas posibles. Incapaz de seguir con esa situación decidió irse a vivir a Francia, donde tenía una abuela, a quien le ocultaría todo para que no sufriera. Así, pasaba todo el curso en Beauxbatons y el verano en casa de su abuela. Por toda esa situación se volvió algo cerrado y más solitario, pues él siempre ha querido y sigue queriendo a su familia, y le duele mucho saber cuales son sus sentimientos. Ignora que sabe su hermano pequeño de él, pero no podía evitar hacerle alguna visita, visitarle de lejos, hasta provocar alguna situación perfecta lejos de la mirada de sus padres para poder hablar con él y saber cómo era, y cómo le iba todo. Era raro que no sospechara nada, pues los dos son muy parecidos, pero debía ser algo a lo que el pequeño no le daba ninguna importancia. A parte de eso, acostumbraba a pasar el verano lejos de sus amigos brujos, de los que a poco a poco se fueron distanciando, y se rodeaba de libros de todos los tipos. También le gustaba dar largos paseos por el parque... y allí fue donde conoció a Marine, la chica de sus sueños. No fue exactamente un amor a primera vista, pero después del primer mes de coincidir a la misma hora en el parque, Chris ya no concebía un día sin verla. Empezaron a quedar, y poco tiempo después empezaron a salir. Todo iba viento en popa. Marine era una chica completamente apartada del mundo de la magia, por lo menos hasta que Chris, no sin poco miedo, decidió contárselo todo. Por suerte ella lo aceptó y ese hecho no pudo sino unirlos más. Chris acabó su último año en Beauxbatons y decidió dejar el mundo de la magia para trabajar como un muggle normal y corriente, aunque en casa seguiría practicando algunos ejercicios con la varita, para no perder práctica porque, al fin y al cabo, no podía olvidar lo que era. Él y Marine se fueron a vivir juntos, y mientras ella ejercía de maestra, Chris encontró trabajo en la biblioteca de la ciudad después de hacer un curso de preparación. Gracias a su trabajo y con el apoyo de su media naranja, Chris empezó a escribir y a cogerle gusto a esa actividad. A los 22 años consiguió que le publicaran un cuento para niños pequeños, bajo el pseudónimo de André Valjean. Curiosamente, el mundo mágico también se interesó por ese libro, puesto que reflejaba muy bien los costumbres de los muggles bien pequeñitos, y Chris, bajo el mismo pseudónimo, no tardó en hacer un par de libros cortos sobre determinados costumbres y comportamientos que se han vuelto bastante populares entre los aficionados al tema. Con esa edad, la de los dos patos, era un hombre muy feliz. Entonces, sin previo aviso y sin haberlo planteado, Marine quedó embarazada. Lejos de causar problemas, los dos estuvieron encantados con ese regalo del cielo. Pero cuando todo marcha tan bien, significa que algo malo está a punto de pasar. En este caso fue ese conductor que no miraba por donde iba y se llevó a una Marine embarazada de siete meses por delante. Ella y el niño fallecieron en el acto, sin que nadie pudiera hacer nada para salvarles. Chris se hundió en un pozo: dejó su trabajo, dejó de escribir, no quería salir de casa ni ver a nadie... se pasaba el día buscando recuerdos de la que había sido su mujer. Fue entonces cuando encontró su varita, olvidada en un rincón, y pensó en volver al mundo de la magia. Y aunque no planeaba hacerlo por la puerta grande, ha sido escogido como el nuevo bibliotecario de Hogwarts. ¿Por qué? Ni él mismo lo sabe, aunque sospecha que hoy en día hay pocos brujos dispuestos a realizar tal tarea durante años y años... pero es lo que él quiere: paz y tranquilidad para volver a encontrarse, y no le importa si tiene poco contacto con el exterior, ahora mismo está sólo.
Chris es un chico muy calmado, tranquilo, amable y divertido, al que cuesta alterar o hacer enfadar. No le gusta ponerse serio, y siempre prefiere bromear. Tiene un acento bastante divertido, así que ya desde un primer momento cae simpático, o por lo menos se lo puede fichar. Es transparente como el agua clara. Algo olvidadizo y con mucha imaginación, a veces no puede evitar recordar a su mujer y entonces se le apaga la mirada y se queda en off unos minutos. De hecho, si de algo puede pecar es de no tener sangre en las venas, de ser demasiado buenazo, de evitar enfrentarse al conflicto, y de no vivir de la vida, de no aprovecharla. Un romántico francés, melancólico, en toda regla.

● Relación con los personajes: Nuevo en el colegio
● Imagen: James Marsden
● Dueño/a: J_M_H